El derecho a la vivienda, un esfuerzo colectivo

Artículo de Jóvenes de Izquierda Unida de Rivas

En muchas ocasiones se habla de cómo en Rivas Vaciamadrid se promueve una oferta de vivienda pública que contribuye a hacer del derecho constitucional a una vivienda digna y accesible, algo cada vez más real dentro del municipio. Desde Jóvenes de Izquierda Unida, no queremos repetirnos, pero tampoco está de más recordarlo en un momento en que el estallido de la burbuja inmobiliaria no está suponiendo para la juventud una mejora en las condiciones de acceso a una vivienda, sino todo lo contrario.

Que la política de vivienda de Esperanza Aguirre al frente de la Comunidad de Madrid no responde al interés general no es una afirmación arbitraria: basta con comprobar cómo en los últimos años, la liberalización de suelo y la protección al gran promotor han conducido a una situación insostenible en la región para los y las miles de jóvenes con su futuro hipotecado y para los otros tantos y tantas a quienes acceder a una vivienda les resulta, hoy más que hace cuatro años, una misión imposible. Rivas Vaciamadrid, sin ser una isla impermeable a un modelo económico determinado, sí que ha sabido, gracias a las avanzadas políticas de progreso de Izquierda Unida, frenar en parte esa realidad planteando como ineludibles otras prioridades. Las viviendas no se hacen sobre la nada, y por ello nuestro Plan General de Ordenación Urbana, a diferencia de otros, ha servido para que las plusvalías que el urbanismo genera reviertan en la ciudadanía. Así, es el propio Ayuntamiento el mayor propietario de suelo del municipio.

Las 1.300 viviendas públicas municipales de la legislatura pasada, más las 814 sorteadas el pasado 7 de junio, vuelven a poner de manifiesto que para Izquierda Unida, la vivienda pública no es algo residual con que paliar situaciones marginales, sino todo un agente garantista que aborda un grave problema generalizado en la sociedad actual. No es causalidad, pues, que la media de edad de emancipación en Rivas sea cuatro años inferior que el dato regional. No es tampoco casualidad que la abundante oferta pública sobre el total del parque de viviendas del municipio haya influido a la baja en el mercado privado: Rivas es la segunda localidad de la Comunidad de Madrid de más de 25.000 habitantes donde el precio de la vivienda libre es más barata. Claro que este dato estadístico es una frivolidad cuando choca con la imposibilidad de acceder a una vivienda para tantos y tantas jóvenes, también ripenses, pero no deja de ser sintomático.

A la vez, el Servicio de Vivienda Joven fruto de un convenio entre la Concejalía de Infancia y Juventud y la Empresa Municipal de Vivienda, ha triplicado en un año el número de alquileres tramitados a jóvenes de entre 18 y 35 años. Un trabajo realizado a pesar de la reducción a la mitad de la cuantía que la Comunidad de Madrid destinaba a este programa: un nuevo ejemplo de la sensibilidad del PP con la emancipación juvenil.

Recientemente, tras la adaptación realizada por la Comunidad de Madrid de una nueva normativa del Ministerio de la Vivienda, que implica en su extensión local un incremento para las viviendas públicas municipales, el Ayuntamiento de Rivas ha subido el precio de las mismas por debajo del máximo estipulado, de manera que las viviendas de la oferta resultante estarán sometidas al estricto coste de producción; y esto seguirá siendo, en su resultado final, unos precios muy inferiores aún a los del mercado libre.

La gestión del suelo de todas y todos para todas y todos supone un gran esfuerzo diario. La promoción municipal de viviendas no se hace, lógicamente, para ganar dinero ni en búsqueda de beneficio empresarial, pero sí ha de hacerse con responsabilidad y solvencia para garantizar que la EMV pueda dar respuesta a las generaciones venideras. Aquí entra también la preservación para la propia EMV del derecho de tanteo y retracto, que le permite intervenir ante el peligro de perder patrimonio público o de que se especule con él si la persona adjudicataria le da un uso contrario al establecido.

Jóvenes de IU Rivas considera que la política municipal de vivienda, como todo, es mejorable. En el medio plazo, por ejemplo, hay que diversificar la tipología de las viviendas ofertadas, y promocionar más la vivienda en alquiler. Pero tenemos también que ser conscientes de ese inmenso esfuerzo que supone transformar una conquista colectiva como es el suelo público en derechos tangibles. El propio camino ya andado, del que podemos estar orgullosas y orgullosos, nos indica por dónde seguir avanzando.

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